Por Roberto Ravagnani
En diciembre el mundo celebra y en agosto somos los brasileños quienes debemos celebrar y exaltar el voluntariado nacional.
Todavía está muy restringida a círculos de conversos, aquellos que ya practican o tienen
simpatía por el voluntariado, o incluso organizaciones que fomentan esta práctica, tan importante para las personas y la sociedad.
Podríamos y deberíamos tener una celebración más animada, no para exaltar el ego de algunos, sino para mostrar los logros del voluntariado y cómo se extrañaría si no existiera y para animar a quienes no han tenido contacto con él a hacerlo. Conoce esta herramienta.
Hoy tenemos aproximadamente el 13% de la población trabajando de forma rutinaria en trabajo voluntario, algo así como 27.000.000 de brasileños que dejan sus tareas por unas horas a la semana o al mes y se dedican a las más variadas causas en todo el país.
Las personas entendieron que ser parte de la solución es mucho más interesante y productivo que ser parte del problema, entendieron que con muy poco se puede hacer mucho y que a veces una mirada, una escucha atenta, puede cambiar la vida de los demás.
El voluntariado es mucho más que donar parte de tu tiempo, es mucho más que trabajar gratis para alguien, es una verdadera escuela de humanidad y comprensión del mundo en el que vivimos. A través del voluntariado podemos, si estamos dispuestos a hacerlo, comprender cómo la gente llega a las calles y nunca se va, por qué existen tantas comunidades sin la más mínima condición sanitaria en las ciudades brasileñas y cuáles son las necesidades reales de nuestra gente.
Hablamos y vivimos en un mundo tan tecnológico que a veces olvidamos que muchos, hoy en Brasil el 15% de la población, no tienen para comer, y son utilizados como arma política partidista, y no nos damos cuenta de que somos parte de un engranaje que nos pone en contra de los demás, en beneficio de unos pocos.
Los voluntarios nos muestran realidades reales y con esta visión somos capaces de elegir cómo ya quién apoyar de manera real y sin otros intereses, excepto ayudar a una persona similar a fortalecerse y crecer con sus propias herramientas y fortalezas.
Larga vida al voluntariado, felicidades, voluntarios y más por venir, los necesitamos a todos.
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